Para poner a prueba este tipo de tecnología en condiciones lo más reales posibles, la prueba se realizó entre conductores ajenos al experimento, a una velocidad media de 60km/h.
La marcha estaba encabezada por “Clavileño”, un Citroën C3 Pluriel, equipado con un GPS y comunicaciones vía radio, conducido por un humano. “Platero”, un Citroën C3, le seguía, guiado por un ordenador, que manejaba tanto el volante como los pedales del freno y el acelerador, además de calcular la distancia de seguridad con “Clavileño”.
Este vehículo puede pasar a conducción manual en caso de fallo del GPS o el sistema de radio o en zonas problemáticas, como túneles.