La mayoría de los túneles de viento se construyen como un pasillo rectangular en la cual el aire sopla a través de un enderezador de flujo y una boquilla desde el frente del coche, este aire será conducido hacia la pared trasera del túnel. La velocidad del flujo de aire en los túneles de viento puede llegar hasta 300 kilómetros por hora.
Para llevar a cabo el proceso de medición, el coche se mantiene en una plataforma rotatoria para poder rotar el coche y situar la boquilla de la manera correcta con el objetivo de simular viento lateral. En la plataforma gieratoria una cinta de correr situada debajo del coche se pone en marcha para simular el movimiento de las ruedas y la superficie de conducción. Además una escala es instalada en el suelo del punto de medición. Ésta mide todas las fuerzas e ímpetus que sufre el coche a causa del viento, tales como la elevación de la resistencia inducida y las fuerzas laterales y longitudinales. Utilizando estos valores se calcula el valor Cd (valor que representa la fuerza de fricción sobre un coche causado por el aire y que se compone de fuerzas diferentes).