Los sistemas de dirección convencional dirigen el movimiento de las ruedas de acuerdo a las órdenes del volante mediante una conexión mecánica entre ambos. La nueva dirección de Nissan analiza las intenciones del conductor a través de los movimientos del volante y decide el ángulo de giro apropiado de las ruedas mediante señales electrónicas. Esta transmisión de dirección es más rápida que el sistema mecánico tradicional, y aumenta la calidad de conducción al establecer una comunicación más rápida y directa entre el conductor y lo que se transmite desde la superficie de la carretera.
El sistema controla y aísla el vehículo eliminando las distorsiones generadas por la carretera y traspasa al conductor únicamente las sensaciones necesarias para la conducción. En carreteras con una superficie rugosa o con pequeños baches el conductor ya no tendrá la necesidad de sujetar con fuerza el volante o realizar pequeñas correcciones de la trayectoria, por lo que le será mucho más fácil mantener la dirección deseada.
Asociado a esta tecnología de dirección, Nissan ha desarrollado un sistema de mejora de la estabilidad lineal cuando circula en línea recta, que utiliza una cámara de visión y realiza de manera automática pequeños ajustes del ángulo de la dirección para que el vehículo mantenga la línea marcada por el conductor.
La cámara de visión está instalada en la base del retrovisor, a través de ella el sistema visualiza la carretera por la que circula, identifica las líneas de señalización de la misma, detecta los cambios en la dirección del vehículo y transmite esa información a las diferentes centralitas de control del vehículo mediante señales electrónicas para que el sistema las procese. Si éste detecta una discrepancia entre el análisis de la calzada y la posición de las ruedas, actúa reduciendo esa discrepancia controlando la fuerza opuesta al ángulo de las ruedas. Al reducir la frecuencia con que el conductor debe realizar pequeñas correcciones de dirección reduce la fatiga en largos desplazamientos.
La fiabilidad de este sistema de dirección electrónica está asegurada gracias al trabajo de múltiples centralitas (ECU) de control. En el caso de que una de las ECU no funcionara correctamente, otra ECU tomaría inmediatamente el control y en circunstancias extremas como, por ejemplo, un fallo en el sistema eléctrico general, un embrague de emergencia actuaría para establecer una conexión física de tipo mecánico entre el volante y las ruedas, lo que permitiría seguir conduciendo con total seguridad.
Esta tecnología se montará inicialmente en determinados modelos de Infiniti durante el próximo año proporcionando a los clientes "una conducción precisa" y "una conducción sin sobresaltos".