Audi está construyendo en Werlte su primera planta de e-gas, en un terreno que ocupa 4.100 metros cuadrados. Audi comenzará pronto a producir e-gas, sobre la base de una energía verde, en la que se utiliza hidrógeno generado de forma respetuosa con el medio ambiente y CO2.
¿Y por qué en Werlte y no en Ingolstadt, donde se ubica la planta principal de Audi? El objetivo es la movilidad sin emisiones de CO2. Para ello es necesario el uso de fuentes de energía alternativas, como la energía eólica, para generar electricidad. Y hay un exceso de viento en el norte de Alemania. Durante la fabricación del e-gas se absorbe CO2, que de otro modo iría a la atmósfera. Cuando el combustible se quema en el motor, una cantidad de CO2 equivalente a la absorbida previamente se libera de nuevo. El resultado es un ciclo de CO2 completamente cerrado, lo que significa un comportamiento sobresaliente desde el punto de vista medio ambiental.
El terreno que Audi posee en Werlte sigue en construcción, pero en cuanto la nieve se derrita, la planta iniciará su periodo de pruebas, que se completarán hacia el verano de 2013. A partir de ese instante, se suministrarán anualmente unas 1.000 toneladas métricas de e-gas a través de la red pública de gas natural. La planta está preparada para absorber alrededor de 2.800 toneladas métricas de CO2 cada año, lo que equivale aproximadamente a la misma cantidad que absorben 224.000 árboles de la especie haya en ese mismo periodo. Y el primer vehículo de producción en serie que funcionará con este innovador combustible también está en proyecto: el Audi A3 Sportback TGNC, que aparecerá en los concesionarios a finales de 2013.
A largo plazo, 1.500 vehículos propulsados por gas natural comprimido recorrerán 15.000 kilómetros cada uno con un balance neutro de emisiones de dióxido de carbono, gracias al e-gas producido en Werlte.
La planta de e-gas en Werlte resolverá problemas como el almacenamiento de excedentes de electricidad. En la actualidad, la red energética no puede siempre transmitir electricidad suficiente desde la costa norte de Alemania hasta las localidades del sur del país que requieren grandes cantidades. Si el exceso de electricidad se convierte en metano, como ocurrirá en la planta de e-gas de Audi, entonces esta energía puede ser almacenada en la red de gas natural y distribuida posteriormente.