Localizado en el origen y hogar de la compañía, el nuevo Museo Škoda presenta la historia de los productos y las personas relacionadas con la marca de uno de los fabricantes automovilísticos más ricos en tradición. Además, el nuevo museo posee un nuevo espacio multifuncional llamado "Forum Laurin & Klement", apto para casi todo tipo de eventos y uno de los escenarios más modernos de República Checa.

Los visitantes pueden sumergirse en la historia de la marca gracias a tres zonas temáticas con 46 vehículos históricos, varios cientos de objetos expuestos, así como películas históricas, fotos y documentos. Los diseñadores del nuevo museo tuvieron en mente algo más que solo crear un nuevo espacio de exhibición, por lo que compilaron una gran cantidad de contenidos destacados, ofrecieron una clara estructura para la exposición y permitieron una transmisión de conocimientos moderna e interactiva. El exterior del museo ha dado al edificio histórico una espectacular nueva apariencia.

"Evolución," "Tradición" y "Precisión" como hilos conductores de la exposición
Una unión de "Tradición", "Precisión" y "Evolución" constituye la temática que define el contenido del nuevo museo. Tres mundos de experiencia, cada uno con su propio acento, haciendo que la visita sea emocionante, enriquecedora y sorprendente. El hilo conductor de la exposición es una mezcla de vehículos e historias, con todos los elementos presentados en una configuración multimedial e interactiva, lo que ofrece distintas opciones al visitante: desde simplemente admirar los vehículos y objetos expuestos, hasta explorar las fotografías y películas para profundizar en su conocimiento. Flexibilidad es lo que define al nuevo Museo Škoda.

Escenario para eventos con una atmósfera única
El nuevo "Forum Laurin & Klement", es un espacio multifuncional de 930 m2 que ofrece el escenario ideal para los eventos y exposiciones especiales de Škoda, pero que también se puede adaptar a funciones externas y albergar a casi 600 personas. Este escenario posee soluciones de alta tecnología como el escenario multifuncional retráctil y una tribuna también retráctil.

El museo también ofrece un área infantil (254 m2) que ha sido totalmente restaurada y donde los más pequeños pueden descubrir el mundo de Škoda y probar sus habilidades de conducción al volante de un Bobby car.

Localización histórica con un aspecto moderno
El nuevo Museo Škoda es un centro de la marca en un sitio muy especial. Al fin y al cabo, esta es una de las cunas de la producción automovilística europea. El edificio, una estructura industrial de tres plantas de arquitectura sobria y clara, es parte de un complejo de Škoda que tiene más de 100 años de historia, construido entre 1898 y 1912. No está claro qué modelos se fabricaron aquí. Lo que se sabe es que los motores eran producidos aquí. Más tarde, el edificio fue usado durante mucho tiempo como complejo de oficinas, hasta que el Museo Škoda se trasladó aquí en 1995.

La céntrica localización del edificio en la calle Václava Klementa, entre la planta y la ciudad, subraya los fuertes vínculos entre Škoda y la ciudad de Mladá Boleslav. "Aquí es donde late el corazón de la marca", explica Winfried Vahland.

En el interior del museo, prácticamente no hubo ladrillo que se conservara, ya que el interior fue totalmente vaciado y reformado. Los sistemas eléctricos, ventilación, iluminación y aire acondicionado, son totalmente nuevos. Se han tirado más de 100 kilómetros de nuevos cables eléctricos y tres kilómetros de nuevos conductos de calefacción para crear una nueva arquitectura ligera, fresca y totalmente moderna.

Siempre que ha sido posible, los arquitectos del edificio han hecho uso de estructuras históricas. "Es la mezcla entre un edificio histórico y un interior moderno lo que hace que el nuevo museo sea tan emocionante y único", explica Dieter Hundt, director creativo de los arquitectos del proyecto.

El exterior del edificio ha sido completamente renovado. Ahora, el museo tiene un aspecto claro, abierto e inmediatamente acogedor, aunque la fachada no ha cambiado su arquitectura, ya que se ha añadido una nueva capa de yeso y se ha hecho que luzca más brillante y agradable. La gama de colores del edificio es blanco y gris.

Las grandes letras ŠKODA MUZEUM anuncian claramente la identidad de la estructura, y el nombre vuelve a aparecer en letras tridimensionales junto a la entrada principal.

La arcada del edificio a lo largo de Václava Klementa es su escaparate, ofreciendo a los peatones un pasaje cubierto, pero también dando una muestra de la sección "Evolución" del museo. "Es un gran escaparate con el carácter de una galería que transmite un fuerte mensaje de invitación", explica Dieter Hundt.

Una vez dentro del edificio, los visitantes saben en todo momento lo que van a ver gracias a una nueva señalización digital y analógica. Todas las funciones y elementos relacionados con el sistema de guía estático y dinámico están dispuestos de forma individual en cada sala.