Con estas primeras pruebas, se completa una etapa esencial pero queda todavía mucho trabajo por hacer. Ahora se iniciará una nueva fase en el desarrollo, donde se encadenarán sesiones de pruebas para, en primer lugar, validar la fiabilidad del coche y posteriormente trabajar en sus prestaciones puras. Hasta el momento de su comercialización, el plan de trabajo prevé más de 10.000 kilómetros sobre tierra y asfalto tanto en pruebas como en carrera.
“Para esta primera sesión hemos optado, como es lógico, por rodar en tierra para validar la estructura. Puesto que hay multitud de piezas comunes para las dos superficies; asfalto y tierra, es importante verificar primero la solidez del coche en las condiciones más difíciles; las pistas de tierra. Más adelante nos concentraremos en la puesta a punto de las suspensiones y del motor turbo, los dos principales factores que determinan el rendimiento en un coche así y cuyo desarrollo es competencia exclusiva de Peugeot Sport”.
Bryan Bouffier ha señalado que el primer contacto ha sido muy bueno. Le ha gustado especialmente el motor turbo, muy fácil de utilizar gracias a su par motor”.