Tras el fraude de Volkswagen se abre un nuevo capitulo sobre los problema con las emisiones de los vehículos. En esta ocasión el problema llega al fabricante galo Renault.

Aunque dista mucho del fraude cometido por Volkswagen con las emisiones de sus vehículos, el sector automotriz sufre un nuevo varapalo al verse obligado Renault a llamar a revisión a 15.000 vehículos tras detectarse altos niveles en las emisiones de los mismos.

La ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal señaló hoy que el fabricante Renault se ha comprometido a contactar con los propietarios de los coches para verificarlos y ajustar los motores, tras la constatación de estos altos niveles de emisiones contaminantes.

Al parecer en este caso se trata simplemente de un problema con el sistema de filtración que necesitará ser reajustado para funcionar correctamente cuando hace mucho calor o cuando la temperatura está por debajo de los 17 grados.

Dicho ajuste se realizará en apenas medio día y no afectará en absoluto al rendimiento del vehículo lo cual se desmarca completamente del caso de Volkswagen ya que en este caso no se ha cometido ningún tipo de fraude, simplemente es un fallo técnico como los que ya han sucedido en algunas ocasiones a prácticamente todas las marcas.

Estas medidas son una reacción tras las revelaciones de la semana pasada sobre dos modelos de Renault -el Captur y el Espace-, que han sido sometidos a unas pruebas técnicas específicas, organizadas a instancias del Gobierno francés, con el objetivo de verificar el nivel de emisiones contaminantes.

La ministra es sus declaraciones hizo notar que, aparte de Renault, "hay otras marcas que superan las normas" de emisiones que tienen que cumplir para homologar sus coches, aunque no quiso dar nombres. Esto hace suponer que es muy probable que otros fabricantes terminen por realizar acciones similares a las de Renault al constatarse altos niveles de emisiones contaminantes en sus vehículos.