Muchos son las personas que optan por la compra de un vehículo de segunda mano, ante los elevados precios de un coche nuevo. A la hora de adquirirlo, se mira con lupa el kilometraje, estado de las ruedas, el interior…Pero ¿realmente estamos haciendo una buena compra? Cada vez es más difícil saber si realmente hemos dado en el clavo. Los reyes del trucaje se ponen manos a la obra para ofrecer un aspecto del vehículo completamente distinto al real. ¡Cuidado con las apariencias!
Una vez que ha salido del concesionario, el vehículo comienza a perder su valor. Cada kilómetro recorrido es un paso hacia atrás en su precio inicial. Pero a la hora de vender los hay quienes piensan que todo vale, y cada vez son más los que deciden trucar los coches para revalorizarlos. Los cuentakilómetros se manipulan a partir de 100 km/h, y algunos vendedores sin escrúpulos inflan el precio de los coches bajando su kilometraje.
Pero no todo queda en las casas de compra-venta. También hay particulares que quieren revalorizar su vehículo. Para manipular los contadores utilizan equipos de última generación. Varias páginas en Internet venden estos aparatos por 11.000 euros, convirtiéndose en una puerta de entrada para el negocio fácil que, en la red, deja cientos de afectados. Algunos compran su coche creyendo que es casi nuevo y luego llegan las sorpresas, con los primeros fallos.
Para detectar si nos están engañando, y evitar sumarse a los centenares de quejas y denuncias interpuestas ya, lo mejor es acudir a un mecánico experto antes de realizar la compra, y aún más en tiempos de crisis, donde la escasez en el bolsillo agudiza la abundancia de ideas para el trucaje.
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